APRENDIENDO A VIVIR MANEJO DE LA CULPA Y LA PREOCUPACIÓN
- Dr. David Figueroa Flores
- 16 mar 2016
- 5 Min. de lectura

¿Tiene solución? Entonces, por qué te preocupas…¿No tiene solución? Entonces, por qué te preocupas… Sabiduría popular
Durante nuestra vida, vivimos una serie de emociones muy variadas, pero por lo menos dos de ellas podríamos catalogarlas como inútiles: la culpabilidad y la preocupación. Dos emociones que nos anclan en el futuro y en el pasado. Lo único que hacen es que desperdiciemos nuestro tiempo y nuestra salud. Ambas lo que provocan es hacernos sentir mal e inquietos en el presente. La culpaEl sentimiento de culpa es una experiencia humana universal, es una realidad psicológica que forma parte del proceso evolutivo del ser humano, está relacionada con el pasado, lo que hace es que nos quedemos inmovilizados por culpas del pasado. Desde pequeños nos han inculcado que si algo nos importa, cuando algo relacionado funciona mal, tenemos que preocuparnos y darle mucha importancia, es como si mostráramos nuestro interés hacia esa cosa sintiéndonos culpables, lo contrario nos deshumaniza. En muchas religiones se relaciona la culpa con la vivencia del pecado ha implicado para muchos cristianos la experiencia de un profundo temor a un castigo divino. Es necesario diferenciar el sentimiento de culpa común, normal y el patológico. El primero le permite a la persona hacerse responsable de su propia vida, implica asumir la responsabilidad de nuestras decisiones, la mayoría de las personas la experimentamos en mayor o menor grado, tanto si es por algo que hemos hecho como por algo que no hemos sido capaces de hacer. No es un sentimiento agradable. Sin embargo una cosa es aprender lecciones del pasado que nos ayudan a crecer y a desarrollarnos, y otra muy diferente es que ese sentimiento concreto te impida actuar en el ahora (culpa patológica) es una de las emociones más destructivas, en muchas ocasiones llega a ser tan fuerte que provoca signos físicos como la sensación de presión en el pecho, el dolor de estómago, un fuerte dolor de cabeza y sensación de peso en los hombros. A esto se le suman los pensamientos recurrentes de auto reproche, agresividad hacia uno mismo y un fuerte desasosiego.Ese sentimiento de culpabilidad puede venir inspirado por personas muy diferentes de nuestro entorno: por los maestros a los niños, por el cónyuge, por muestra propia pareja, etc. En definitiva la culpa, aunque haya personas que parece que nacen con ella, es una elección. Hay personas que prefieren vivir con ella de forma permanente, otra opción es deshacerse de ella y quedar libre. El problema en sí no radica en no sentir la culpa sino en manejar estos sentimientos y afrontarlos desde una perspectiva positiva. Para eso puedes seguir una serie de estrategias:1. Mirar el pasado como algo inmutable, que no podemos modificar, da igual lo que sintamos en relación a él, “lo que ocurrió, ocurrió” así que tenemos que aprender a vivir con ello lo mejor posible. Lo que podemos hacer es aprender de las experiencias del pasado. Recordar que en algunas ocasiones debemos asumir, que existen situaciones importantes que escapan de nuestro control. 2. Pensar en los aspectos positivos y negativos que encierra cada situación a la cual nos enfrentamos cotidianamente. Apreciando las diversas facetas de las situaciones y comportamientos podremos percatarnos que la vida no es en blanco y negro sino llena de matices. Abandonar el pensamiento polarizado y asumir una postura más flexible.3. En muchas ocasiones la clave para eliminar la culpa radica en saber repartir las responsabilidades asumiendo aquella cuota que nos corresponde, pero no más allá. Reflexionar sobre qué es lo que estás evitando en el presente por culpa del pasado.4. Planificar el futuro aún si asumimos nuestra responsabilidad en una situación y cometimos un error, lo más productivo es mirar al futuro y pensar en cómo podemos subsanar el daño. La culpa nunca es la solución porque nos encierra en la trampa del inmovilismo y el sufrimiento.5.Aceptar en ti mismo las cosas que has elegido, siempre que no violes el derecho de los demás, sin preocuparte lo que opinen los otros. La preocupaciónEs un sentimiento que nos inmoviliza en el presente, algo sobre lo que no tenemos control. Se trata de un miedo casi irracional al futuro. No tenemos que confundir con hacer planes para el futuro, son dos cosas completamente diferentes. En muchas ocasiones, gran parte de las preocupaciones que tenemos, se deben a cosas sobre las que ni siquiera controlamos. El problema radica es que consideramos la preocupación como algo positivo. Pensamos que es una muestra de nuestra responsabilidad, la única manera de resolver nuestros problemas, una forma de evitar grandes dificultades, conflictos o peligros. Cuando pensamos así, nos sentimos bien al preocuparnos y rechazamos la posibilidad de no hacerlo. Nos da miedo volvernos irresponsables y si nos preocupamos creemos que estamos cumpliendo con un deber. Esto es un error porque la preocupación es positiva, cuando dura sólo el tiempo necesario para encontrar una solución y actuar. Si no actuamos y nos quedamos en la preocupación, estamos siendo irresponsables con nosotros mismos Utilizamos la preocupación para sentirnos bien (porque nos preocupamos) y evitamos, al mismo tiempo, enfrentarnos a la situación.Para manejar las preocupaciones puedes seguir diferentes vías: .- Vive tu presente como un momento para vivir y disfrutar, no como un momento para obsesionarte..- Fija un momento concreto del día en el que dedicarte a tus posibles preocupaciones, el resto del día mantente libre de ellas. .-Lo importante no “es preocuparnos, sino ocuparnos”. Si no hay solución o no está en nuestras manos, preocuparse es una pérdida de tiempo. .-“No te creas todo lo que piensas”. No confundir nuestros pensamientos con la realidad, es necesario evaluar, verificar cuanto de nuestro pensamiento es realidad..- En definitiva, aprende a vivir tu presente, tu ahora. De nada sirve obsesionarnos con el pasado o futuro, solamente podemos vivir en el ahora. Recuerda que la clave de todo está en el presente. Viviendo, vives el “aquí” y el “ahora”, puedes beneficiarte de todas las energías del momento. Estar plenamente presente donde uno se encuentra.-Ser felices en el proceso de vivir cada día más, sin importar el avance que el destino nos permita realizar, porque vivir tan plenamente como se puede, resulta tan satisfactorio, que es difícil preocuparse por lo que uno logra o no.Técnicas para cambiar el sentimiento de preocupación No 1. Cierra las ojos e imagínate la situación que te genera preocupación, disóciate de ella, mírala como un observador neutral, cambia las submodalidades de la imagen, el brillo, ponla más oscura, más pequeña. Al hacer esto disminuye el sentimientoNo 2.-Piensa en alguna situación que te preocupa. Si quieres cierra los ojos, para recordarlo mejor..- Pon tu atención en ese sentimiento..- Mantenla allí, unos momentos más. Ahora cuenta del 20 al 0 en voz alta.,. A continuación, recuerda o piensa en una situación que hayas disfrutado plenamente..- Fija tu atención en la mayor cantidad de detalles posibles..- ¿Cómo te sientes?.- ¿Qué pasó con la preocupación anterior?En el momento en que dejaste de pensar en la situación que te preocupa y fijaste tu atención en una situación agradable, tus sentimientos cambiaron.¿Qué te indica esto?Como puedes ver, la preocupación esta ligada a nuestros pensamientos y nosotros podemos decidir, qué queremos pensar.Cuando un pensamiento sustituye a otro, la emoción que acompaña al primero, es sustituida también, por la que provocó el segundo.Dr. David Figueroa Medico Psiquiatra.
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